“Silencio en Movimiento” es una exposición que invita a explorar lo ignorado e imperceptible: un esfuerzo por visibilizar problemáticas asociadas con los agentes ocultos que sustentan la vida en la Tierra, a menudo eclipsados por el ruido y la saturación visual contemporánea. La muestra reúne obras de mis proyectos “Insecta” (2022) y “Plantae” (2023), creadas mediante una técnica experimental que llevo desarrollando hace más de una década, configurando imágenes con humo sobre papel.
Tras presentarse en la Galería Casa D’Alva (Fortaleza, Brasil) y el Museo de Arte Moderno de Cuenca (Ecuador) en 2024, la exposición se presenta en Santiago con una edición especial en formato de gabinete en la Galería Aninat, donde estará abierta al público desde el 16 de noviembre de 2024 hasta el 11 de enero de 2025.
Ambos proyectos ofrecen una perspectiva íntima y cotidiana sobre la naturaleza, enfocándose en elementos a menudo ignorados: insectos y plantas que, aunque esenciales para la vida en la Tierra, permanecen invisibles, como el aire que respiramos. “Silencio en Movimiento” plantea una visión ecológica donde lo invisible y lo aparentemente insignificante se revelan como componentes fundamentales del equilibrio natural, iluminando aspectos que suelen quedar ocultos y revelando procesos vitales que forman parte de nuestro entorno.
La serie “Insecta” fue realizada con humo sobre papel, tomando como punto de partida especies comunes de insectos, a menudo subestimados pero fundamentales para los procesos de transformación y renovación en los ecosistemas. Estos insectos, esenciales para las redes de interacción biológica, facilitan la continuidad de la vida mediante su participación en ciclos naturales de cambio y regeneración. El proyecto explora la relación entre la vida y la muerte desde una perspectiva biológica y ecológica.
El uso del humo refuerza la idea de transición y transformación, dialogando con el ciclo de vida de estos insectos y su papel en la regeneración de los sistemas naturales. Su aporte es silencioso pero vital para el equilibrio del ecosistema.
Por otro lado, las obras del proyecto “Plantae” fueron elaboradas con humo y calor sobre papel. En esta serie, se parte de las creencias populares y los saberes ancestrales sobre plantas, explorando la brecha entre el conocimiento y la creencia a través de experiencias personales.
Especialmente relevante es la relación con las plantas caseras, ya que muchas de las que habitaban mi hogar se marchitaron sin una explicación lógica durante un período adverso de mi vida. Esta experiencia personal, que familiares y amigos asociaron con la creencia en el mal de ojo y su posible influencia en las plantas, permitió examinar cómo estas concepciones populares moldean nuestra percepción del entorno natural.
El humo es el elemento principal en la configuración de las obras. Su control y azar determinan la cualidad evocadora de las piezas, donde el humo simboliza tanto el silencio como la delicadeza de la existencia natural, además de la relación entre la vida y la muerte. El humo actúa como metáfora de la impermanencia y la transitoriedad de la existencia: al igual que este se disipa y desvanece, todo en el mundo es temporal y efímero. A través de este diálogo entre naturaleza y muerte, la obra invita a reflexionar sobre nuestra propia transitoriedad y la necesidad de escuchar la voz silenciosa de la naturaleza antes de que sea demasiado tarde.
La exposición de gabinete “Silencio en movimento” forma parte de los resultados de “Insecta” (2022) y “Plantae” (2023), proyectos de investigación-creación financiado por el Concurso de Creación y Cultura Artística de la Dirección de Artes y Cultura, Vicerrectoría de Investigación de la Pontificia Universidad Católica de Chile.